Antes de que el verano pegue sus últimos coletazos todavía nos quedan días para disfrutar de momentos de relax y descanso. Si estás aún de vacaciones, la ocasión bien lo merece, sino es así y ya te has incorporado a la rutina seguro que tienes oportunidad de capturar un momento especial, ya sea en la piscina con tus amistades, o en una escapada que hagas a la montaña o la playa. Te damos unas sencillas pautas.

Elige tu mejor encuadre

Recuerda que lo primero es buscar un buen marco para nuestra foto.  El escenario que envolverá la foto no puede dejarse al azar; debemos buscar la mejor opción para poder transmitir las sensaciones o el mensaje que queremos. No siempre es necesario que las personas estén centradas, podemos decantarnos por opciones muy distintas. Si lo que queremos es capturar un momento muy concreto lo mejor en no darle tanta importancia: ¡dispara al natural!

Elige otras vistas

No te limites a hacer una foto de lo que ven tus ojos; busca aquello que se sale de lo normal; un reflejo, a través de alguna ventana, lo importante es que apliquéis vuestra imaginación a la hora de hacer una foto.

Intenta captar la esencia del lugar

Cuando descubres un nuevo destino, ya sea una ciudad, un pueblo, una playa, un paraje, siempre hay algo que es único de ese sitio; una fachada, una tiendecita, una rompiente, un mirador, etc.

Disfruta con la gastronomía

Dicen que los mejores momentos suelen darse alrededor de una buena mesa. Que mejor momento para captar ese momento que en un viaje degustando un plato típico del lugar. Si no podemos capturar los sabores, al menos tendremos la imagen para recordarlo.

El secreto para los monumentos

Seguro que si aprovechas el verano para visitar algún monumento famoso te encontrarás con mucha gente que ha tenido tu misma idea. Una posible solución, si no te importa madrugar o trasnochar, es acudir a horas donde sabes que no habrá nadie. Si no es tu caso, siempre podrás buscar un encuadre distinto; así evitarás sacar a todo la gente que está alrededor.

En cualquier caso; aprovecha estos días que quedan y disfruta con tu cámara de cada instante. Nunca se sabe dónde estará la próxima foto. 

Seguro que alguna foto de las que te hagas con tus amigos este verano acaba en Facebook, Instagram o Pinterest. Ya sabes que lo que no comparte en las redes sociales es como si no hubiera pasado.

Al final, siempre nos vemos mal en las fotos que suben nuestros amigos. Si quienes las subimos somos nosotros hay veces que elegimos una en la que pasamos desapercibidos o simplemente, elegimos la típica fotografía de playa en la que se ven en primer plano nuestras piernas con el mar de fondo…, y todo porque no salimos bien en las fotos.

Pues aquí te vamos a dar algún consejo para que esto cambie y para que luzcas genial en tus fotos este verano. Para todo hay algún truco y aquí te dejamos alguno. Ensaya un poco y verás cómo no sabrás qué foto elegir. ¡Saldrás genial en todas!

1. Aprende a relajar tu rostro.

Algo muy normal y que nos ocurre a todos es que cuando tenemos que posar para una foto nuestra expresión es forzada. Un truco muy sencillo es disimular esta tensión entrecerrando los ojos y abriendo levemente la boca. Otro truco,  es no mirar directamente a la cámara, sino a un punto fijo detrás de ella, así la tensión desaparece al no mirar directamente a la cámara.

2. Sonríe siempre de forma natural.

Todos tenemos nuestra personalidad. Si no eres una persona que se ríe con facilidad seguramente tu sonrisa se verá forzada en las fotografías.  Lo mejor, la naturalidad. Pero si quieres puedes practicar una técnica que se denomina “teeging”, consiste en enseñar la fila superior de la dentadura apoyándola sobre la lengua. Hay que tener cuidado para que no se vea y quede natural. Si no te atreves, apuesta por la espontaneidad.

3. Adopta una postura que te sea cómoda.

Lo mejor, una vez más es la naturalidad. Algo que siempre resulta y suele salir muy natural es colocar un pie ligeramente adelantado. Otra opción que nos puede resultar cómoda es apoyar el peso del cuerpo levemente sobre una pierna. Al final, se trata de estar cómodos frente a la cámara.

4. Cuidado con tus manos.

En muchas ocasiones, y posando frente a una cámara es una de ellas, no sabemos qué hacer con las manos. Para que no nos confundan con el maniquí de un gran almacén, lo mejor y lo que resulta más sencillo es, según nuestros gustos, guardarlas en los bolsillos o poner los brazos en jarras. Ya sabes, naturalidad ante todo.

5. Naturalidad ante todo.

Evita aparecer siempre con la misma cara y pose. Atrévete y apuesta por innovar y ser natural. Ensaya hasta que no tengas que pensar cómo ponerte frente a la cámara y qué cara poner. El mejor truco es hacerte muchas fotos. Al final, saldrás tan bien que parecerás un/una profesional. 

¡Ahora que ya sabes cómo puedes sacarte más partido en las fotos para este verano, disfruta y haz muchas fotografías!

En unos días estaremos ya en el ansiado verano. Seguro que ya estás planeando una escapada, buscando un bonito hotel (mejor si es con vistas al mar) o un vuelo barato que te lleve a ese sitio mágico, todo lo que sea por desconectar de la rutina durante unos días. 

Y si de escapar del mundanal ruido y la rutina se trata, seguro que querremos guardar los mejores momentos de este nuevo viaje. Pero, ¿qué cámara será la mejor para retratar estos días de verano? Pues la que mejor se adapte a tus necesidades en función del uso que le vayas a dar, tus gustos, etc. Ten en cuenta que la cámara no hace al fotógrafo. Las opciones en el mercado son muchas. Por hacerlo algo más fácil, podemos dividir los tipos de cámara en:

Cámara réflex. 

Esta cámara cuenta con un cuerpo por un lado y un objetivo por otro. Suelen ser más caras que otras opciones y, suele requerir de más de un objetivo, lo que hace necesario una bolsa para transportar todo el material. Hay que tener en cuenta que si no estamos familiarizados con la fotografía nos costará hacernos a ella y, lo más normal es que terminemos haciendo las fotos en automático.

Cámara compacta.

Estas cámaras se caracterizan por ser sencillas además de llevar integrado el objetivo, por lo que éste no se puede desmontar. Aunque su calidad a la hora de hacer las fotografías es inferior a las que conseguirías con una réflex, su facilidad de manejo y su comodidad a la hora de transportarla la hacen muy recomendable para tus viajes.

Cámara híbrida.

Estas cámaras no son realmente una réflex pero sí cuentan, como éstas con un objetivo intercambiable y sin espejo La ventaja radica en que es una cámara que combina lo mejor de las cámaras digitales compactas y las réflex. Sin duda, su peso, más ligero y su calidad cercana a la de las réflex es su gran baza.

La decisión es solo tuya. Nuestra recomendación es que si no tienes mucha soltura y te apetece viajar ligero de equipaje, te hagas con una híbrida. Obtendrás más calidad y autonomía que con una cámara compacta y mayor ligereza que con una réflex. Opciones hay muchas en el mercado, nosotros te recomendamos la Sony A5100 o ILCE 5100 por su ligereza y calidad de imagen, o la Fujifilm X-M1 por su calidad, reducido tamaño y facilidad de uso, ideal para aficionados.  

Elijas la cámara que elijas, disfruta del placer de fotografiar los momentos inolvidables de tus vacaciones.